En todas las relaciones que vivimos de pareja, es normal pasar etapas de amor y miedo.
Normalmente no somos conscientes de qué es lo que nos hace pasar de un lugar a otro, e interpretamos lo que sucede a través de nuestros propios filtros y creencias, lo que hace que en muchas ocasiones nos sintamos incapaces de impedir que se produzcan conflictos, malos entendidos y fallos de comunicación.
Nuestra experiencia de vida, condiciona cómo van a ser las diferentes etapas de nuestra relación y nos impide reaccionar a tiempo.
También nuestra manera de vivir las relaciones sexuales está condicionada por nuestro pasado pudiendo causar daños en el concepto que tenemos de nosotros mismos o hacernos sentir culpables por algo que no es nuestro, y/o culpando por ello.
La realidad es muy diferente, vivimos de interpretaciones pasadas y presentes, dañamos y dejamos que nos hagan daño por no conocer el mecanismo que activa nuestros miedos, decimos lo que no sentimos y escuchamos lo que nos interesa, nos montamos películas de ciencia ficción para defender ese miedo y estamos dispuestos a renunciar a todo para que no exista la posibilidad de que nos hagan daño, utilizamos las relaciones sexuales para llenar vacíos o compensar estados de ánimo en vez de vivir el “hacer el amor”…
Nada de esto es verdad y podemos darnos cuenta de ello, antes de que sucedan situaciones que luego podemos lamentar.
Nuestra voz es un elemento muy poderoso y al que no prestamos atención, la utilizamos consciente o inconscientemente para manipular, es determinante en la comunicación de la pareja, y refleja, mejor que las palabras que usamos, lo que realmente sucede, podemos hacer más intenso o suave aquello que está pasando sólo con decirlo de otra manera, podemos cambiar el sentimiento de nuestra pareja con nuestra forma de hablarle, y podemos si queremos entender el propósito real de cualquier frase o comentario que recibimos.
Tomar conciencia de nuestro momento a través de la voz que utilizamos y aprender a escuchar más allá de las palabras, nos hace trascender aspectos de la relación y aspectos personales nuestros y nos permite entrar en un estado de comprensión que mejora la calidad de la relación y nuestra vida sexual.
Ábrete a una forma diferente de vivir tu relación de pareja.
