Cómo superar la depresión del Alma conectando con tu Divinidad – Sergio Ramos

Hola a todos/as, en primer lugar quiero agradeceros vuestra visita a la web. Mi camino de vida se ha basado y se basa en canalizar y vivir entre los mundos universales manifestando en la Tierra la sabiduría que recojo de ellos.

Mi trabajo consiste en mostrar la naturalidad de la espiritualidad y que todos somos seres de luz manifestados en cuerpos. Todos tenemos nuestra propia maestría y sanando nuestras creencias y agregados psicológicos podemos vivir nuestro plan de vida, el que creamos cuando éramos seres universales, y así llegar a nuestra esencia. Esto es fácil de alcanzar si despertamos el poder de libertad y de amor infinito que todos posemos como almas, en eso consiste mi trabajo.
Llevo haciendo esto muchos años, empezó todo cuando yo era muy pequeño. A los de mi época, los 80, se les llama niños índigo, pero yo nunca me he sentido cómodo con las etiquetas porque crean creencias y las creencias limitan. Así que yo me defino como Sergio Ramos, un ser como tú que hace su papel en la vida tan bien como puede, pero que desde hace un tiempo intenta hacerlo como quiere. Y lo voy consiguiendo. (( risas), Vuelvo al principio como hos hiba diciendo) Pero vuelvo al principio.., todo empezó cuando era muy pequeño, yo vivía entre mundos, veía seres que los demás no veían y tenía la capacidad de sentir las emociones de los demás. Todo fue transcurriendo con normalidad, normalidad que pude vivir porqué mis padres nunca me juzgaron ni me hicieron sentir diferente, pero lo era y mucho. Mis padres supieron hacerlo muy bien, y desde aquí se lo agradezco porqué tuve la suerte de crecer sin que nadie me etiquetara.

Todo cambió a la edad de diez años, fue entonces cuando me di cuenta de que era diferente. Al principio solo veía la luz, hasta que un día tuve la visita de lo que llamamos oscuridad y me asusté muchísimo. Fui pasando mi adolescencia como pude, sumergido en una gran depresión y sin ir a la escuela, no soportaba el contacto con los demás y no entendía cual era mi razón de estar aquí, con todas estas capacidades que, a mi parecer en aquel momento, solo me complicaban la vida y me hacían ser diferente. De los diez a los quince años fue un caos, no paraba de ver espíritus y de tener visiones del futuro y del pasado que yo no conocía, me quedaba en trance y viajaba astralmente, aunque en contra de mi voluntad. Siempre tenía un ángel conmigo, pero también había otro ser, que no era un ángel y que me aterrorizaba. Llegue a vivir dos intentos de suicidio.